La película retrata la vida de Eddie, un veterano de guerra de 83 años lleva una vida que piensa que no le pertenece. Pasa sus días de rutina cuidando las atracciones de un parque temático, Ruby Pier, Eddie pone todo su empeño para que el parque de atracciones funcione, pero sabe que está cerca de su fin.
Una mañana acontece un accidente en una de las atracciones y se da cuenta que está en peligro una niña pequeña. Frente a una muchedumbre horrorizada, Eddie intenta salvar su vida. Lo último que él ve es la cara de la niña asustada envuelta en dolor y lágrimas. Lo último que siente son las manos de la niña en él.
Cuando Eddie despierta en un desconocido lugar llamado Cielo deberá seguir a los guías que le mostrarán el sentido de la vida, no sólo la suya propia, sino la de aquellas personas que formaron parte de su camino y que nunca apreció el objetivo de aquellas relaciones.
La película comienza por el final y desde este recrea los momentos vitales más significativos para el protagonista con el fin de descubrir el sentido de lo que a él le parecía banal. "Todas las cosas en nuestra vida tienen un sentido, todos los finales son también comienzos. Lo que pasa es que no lo sabemos en un momento...".
Es una película sensible, algo larga, pero poblada de buenos sentimientos. Puede parecer a algunos una historia edulcorada y quizás con una excesiva crítica a la guerra y a que lo único que permanece es el amor.