“Hay siete pecados capitales: la gula, la avaricia, la pereza, la ira, la soberbia, la lujuria y la envidia. Siete. Prepárate para cinco crímenes más.” Con "Seven" David Fincher logra con creces captar nuestra atención y tensarnos al máximo. El cineasta dirige con maestría el excelente guión de Andrew Kevin Walker. Un oscuro relato que se propone trastocar nuestra emociones mediante la brutalidad de las acciones del psicópata John Doe, y su enfermiza creatividad, interpetado extraordinariamente por Kevin Spacey. Como buen thriller, Fincher nos hace recorrer el camino trazado casi como un detective más, estimulándonos a ser espectadores realmente activos en esta chocante travesía, donde Brad Pitt y Morgan Freeman asumen los roles protagónicos. Definitivamente, uno de los filmes más populares de la filmografía de Fincher y uno de mis preferidos dentro de ella, con un final que, como paradoja, se hace impotente, pero, a la vez, complaciente. Seven, 1995.
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