El actor confesó que hizo un montón de películas directas a video para pagar deudas y para dejar a su mamá fuera de una institución mental.
—"Tengo todos estos acreedores y el IRS (Hacienda) y estoy gastando $ 20,000 al mes tratando de mantener a mi madre fuera de una institución mental, y no puedo"— confesó alguna vez.
Ahora, en otra entrevista el actor dice que ya está más tranquilo, después de haber despilfarrado su fortuna.
— "Hacía 4 películas al año, una tras otra. Algunas eran muy cabronas, como Mandy, pero otras sí estaban de la pinga.
El problema es que el teléfono dejó de sonar para ofrecerme películas grandes. Además, en algún momento las grandes productoras me dejaron fuera. Eso sí, no me refiero a Jerry Bruckheimer, el productor de National Treasure, sino hablo de Disney. Son como un transatlántico. Tu vas en una dirección determinada, tienes que conseguir un millón de remolcadores para tratar de girar de nuevo."— Y es por esta razón, quizás, que nunca se concretó la tercera parte de La Leyenda del Tesoro Perdido.